La sagrada religión de los aztecas veneró siempre a la Diosa Tonantzin - Coatlicue como la madre divina, la madre de todos los dioses, de los hombres y de toda la creación, su nombre traduce: “La de la falda de serpientes”.
Nuestra bienamada Maestra elevó al Señor Samael Aun Weor a las alturas inefables del Pleroma, hasta el propio cielo de Arabot, el más elevado según la tradición, según la cábala.
Tláloc es ciertamente un «Deva» del elemento agua, es una potencia Cósmica del Universo, tiene existencia real. Indubitablemente, esta clase de Deidades Cósmicas viven normalmente en la región de las Causas Naturales, región a la cual los científicos del átomo y de la molécula no tienen acceso.
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